Unha casa de espazo reducido para un mangallón e un pequerrecho


Escondido en un rincón de esta casa de planta abierta, un dosel confeccionado con tela por metros crea una madriguera acogedora que el peque podrá compartir con sus peluches. Las alfombras ayudan a indicar en qué partes del suelo puede jugar, y los cubos de almacenaje hacen que sea más fácil recoger los juguetes después.
Un pequeño salón viene genial para pasar tiempo en familia o para que descanse el adulto. Para ahorrar espacio, podemos combinar un sofá estrecho de dos plazas con un puf y una mesa pequeña para crear una disposición sociable. Las lámparas crean un ambiente acogedor y pueden utilizarse a su vez como luces direccionales para leer.
En la misma habitación, en la pared opuesta, hay un escritorio infantil donde crear y dibujar junto a un despacho para adultos. Así es más fácil pasar tiempo uno al lado del otro. Una pared compartida con inspiración y dibujos propios podría despertar la imaginación de ambos. El taburete puede guardarse bajo el escritorio para ahorrar espacio cuando no se esté utilizando.
No te limites a utilizar los armarios; intenta maximizar el espacio de almacenaje en tu cocina. Los utensilios y las sartenes pequeñas pueden colgarse de ganchos a lo largo de la pared para ahorrar sitio en los cajones. Guarda los ingredientes secos y los cereales en tarros y ponlos en un carrito, dejando así libre un armario. De esta forma, también podrás controlar si se acaba algún ingrediente.
Oculto tras una cortina durante el día, este dormitorio para dos es perfecto para dormir más que cómodo, con un estante muy práctico para dejar cuentos. Los edredones y las luces de lectura son independientes. Así se evitan molestias si alguien se acuesta antes o se despierta más tarde. Los armarios sobre la cama aprovechan la altura del techo en una habitación con poca superficie de planta.
Convierte el espacio limitado de la entrada en un recibidor funcional con rieles y ganchos. Los abrigos y las chaquetas se dejan abajo para que los más pequeños puedan cogerlos, mientras que las sillas extra quedan colgadas arriba. Una pared de pizarra viene genial para apuntar recordatorios (y para hacer dibujos).
En el baño hay que buscar formas de ahorrar espacio que funcionen para los dos. Un paso que haría más fácil compartir el lavabo sería guardar lo que use el niño en la parte inferior del tocador. Las estanterías finas hacen un uso inteligente del espacio que hay sobre el inodoro y mantienen las cosas de adultos fuera del alcance de los niños. Los ganchos que hay tras la puerta son perfectos para colgar las toallas de baño.
Cultivar hierbas y verduras es una gran forma de ser más conscientes de lo que comemos y enseña a los niños de dónde viene la comida, por muy poco espacio exterior que tengas. Sácate cojines y mantas para ampliar el salón cuando haga buen tiempo (y que no se te olvide volver a meterlos por la noche).
Los muebles que ahorran espacio son útiles a la hora de agrupar varias funciones en esta casa de planta abierta. Al dividir el apartamento en diferentes zonas, las decoradoras Kerstin Bohne y Therese Eriksson crearon un hogar ingenioso para dos personas, con ocho espacios funcionales en una sola estancia.
Decoración: Kerstin Bohne e Therese Eriksson
Fotografía: Mats Ekdahl