Consello de experto sobre o uso da iluminación no fogar

«No hay nada como la luz natural para despertar sintiéndonos alerta y bien descansados. Si puedes, duerme en una habitación con orientación este».

Thorbjörn Laike sabe de lo que habla. Tiene un doctorado en psicología y es profesor adjunto de psicología ambiental en la Universidad de Lund. Su campo de especialización incluye el impacto de la luz sobre la psique humana. Los colores —al igual que las variaciones de luz que los conforman— son parte integrante de este campo científico.

«Al igual que la luz natural es buena para despertarse», continúa Thorbjörn, «una receta para una buena noche de sueño es bloquear la máxima cantidad posible de luz».

Una forma ideal de equilibrar las dos es instalar un estor opaco. Oscuridad total cuando lo necesitas o un cambio rápido para dejar que entre la luz de fuera. Aun mejor, con un mando a distancia TRÅDFRI para el estor, salir de la cama es opcional.

«Las pantallas de todos los tipos emiten luz fría de onda corta, que nos dificulta el descanso. Es un efecto que no está relacionado con lo que la pantalla está reproduciendo. En otras palabras, es preferible leer un libro cuando quieres conciliar el sueño. Utiliza una lámpara de noche con una luz más cálida y amarilla que no tenga efectos adversos sobre el sueño».

«Mientras que el azul y el verde tienen un efecto calmante sobre los humanos, los colores de la parte roja del espectro suelen producir más actividad cerebral y estimularnos. Lo mismo pasa con los estampados. Cuando más intenso, mayor el efecto».

Si combinas cortinas opacas con un par de visillos, estarás preparado para todo. Como filtrar la luz del día a través de cortinas blancas con cuadros rojos para levantar el ánimo. O correr las cortinas opacas para finalizar el día.

Aunque la psicología ambiental es un campo científico en desarrollo, todavía es muy joven. Para terminar, Thorbjörn Laike añade lo siguiente: «Algunos experimentos de la primera época han evolucionado en leyendas que a veces se confunden con descubrimientos científicos. Un ejemplo conocido como el «efecto rosa» presupone que pintar las paredes de las celdas de una prisión de rosa mejora el estado de ánimo de los internos. Es una historia simpática, pero las conclusiones están en entredicho y el experimento no se ha repetido satisfactoriamente.