La baronesa del balcón
A Ewa le fascinan las plantas. Inspirada en las exuberantes frutas y verduras de los balcones de los vecinos, Ewa decidió convertir en una jungla lo que una vez fue un balcón de hormigón vacío. Ahora cuenta con unas 70 plantas, cifra que va creciendo, en lo que se conoce como uno de los balcones con más encanto de Cracovia (además de 120 plantas más en su apartamento).

Con un jardín urbano de esta magnitud en un espacio tan pequeño, Ewa tiene que aprovechar las paredes para sus plantas, así como para su impresionante arsenal de herramientas y material de jardinería.

No tienes espacio en el suelo, pero ¿qué pasa con las paredes?
Con una resistente estantería como HEJNE o HYLLIS, puedes llevar tu jardín a la altura que quieras y aprovechar al máximo el espacio en vertical. Llena los estantes con macetas más pequeñas con hierbas y flores (HYLLIS también se puede transformar fácilmente en un invernadero con una funda). De esta manera, conseguirás llenar tu espacio exterior de plantas, sin perder espacio en el suelo para colocar maceteros y plantas más grandes.
La jardinería requiere muchas herramientas y material voluminoso. Una estantería también te ofrece mucho espacio para guardar maceteros, guantes, palas, tijeras de podar, regaderas, fertilizantes ecológicos y diferentes tipos de tierra. Para los artículos más pequeños es mejor usar varias cajas pequeñas en lugar de meterlo todo en una grande. Las cajas como REJSA son ideales para guardar las herramientas y, además, puedes etiquetarlas para saber lo que contienen.
En definitiva, un jardín vertical consigue que el balcón parezca más grande, apenas ocupa espacio en el suelo y te ofrece suficiente sitio para relajarte, pasar el rato y disfrutar de los frutos de tu trabajo.



















