Jardines en tarros

​En un mundo tan acelerado, cuidar de las plantas es una actividad física tranquila que hace que nos sintamos más relajados y conectados con la naturaleza. Cultivar tu propio jardín en un tarro te permitirá disfrutar de tu pasión sin ocupar demasiado espacio. Al evitar la evaporación rápida, el vidrio crea una zona climática tan diminuta como fascinante. Basta con usar una tapa para que viajes sin preocupaciones, ya que podrás dejar las plantas desatendidas durante un periodo determinado. Y sobre todo los jardines en tarros son tan bonitos que te pondrás de buen humor cada vez que los mires.

• Usa un tarro lo suficientemente grande para que quepan diferentes plantas. Un modelo más grande, como el tarro IKEA 365+, también facilita el mantenimiento y el acceso.
• Te recomendamos una tapa para cerrar el tarro, ya que algunas plantas necesitan un entorno más húmedo. Si la usas, también tendrás que regar el jardín con menos frecuencia.
• Elige bien las plantas. Recuerda que lo mejor es que requieran condiciones similares para crecer. Añade un poco de gravilla y tierra; después, coloca las plantas con las pinzas para servir OSTBIT, que te permitirán colocarlas en la posición correcta.
• Ya solo te queda disfrutar cuidando de tu pequeño jardín. Tendrás que regarlo un poco. Puedes usar el rociador de plantas SESAMFRÖN para evitar el exceso de agua.
• De vez en cuando, recorta las hojas con las tijeras MÄRKBART y cambia su forma. También puede ser divertido añadir algunos adornos. ¿Por qué no haces algunos cambios según la temporada?