Restaurante Barkhult

La granja familiar ya acepta pedidos

Gracias a su amplia experiencia en el negocio de las comidas, las cenas y el catering, Martin Roman se ha convertido en una cara conocida para los clientes de restaurantes de Älmhult. Ahora quiere dar un paso al frente e invitar al público a su hogar.

"La gente de aquí tiene una mentalidad característica. Una mentalidad emprendedora que deriva de la actitud del 'yo puedo'. Es como si siempre hubiera una forma seguir avanzando, todo lo que se necesita es un poco de inteligencia y trabajo duro".

Martin sabe de lo que habla. Tanto él como IKEA comparten lugar de nacimiento, Älmhult. Martin creció en la cercana granja Barkhult y, tras años de dirigir restaurantes tanto dentro como fuera de Älmhult, está acostumbrado a emprender nuevas aventuras. Por eso, ahora ha decidido acercar su negocio a su hogar. 

Paso a paso: de un evento ocasional a un negocio cotidiano

"Barkhult lleva en mi familia varias generaciones, pero hoy en día solo nos dedicamos al trabajo de granja de forma ocasional. Hace unos años, se nos ocurrió la idea de utilizar la granja como complemento de los restaurantes, para ocasiones que no fueran reuniones familiares. Lo probamos varias veces y fue estupendo. Desde entonces hemos ido convirtiendo Barkhult en nuestro negocio principal". Empezamos con ocasiones puntuales, una boda por aquí y un congreso por allá, pero las actividades se han ido haciendo más regulares con el tiempo. Aunque los eventos siguen desempeñando un papel importante, el gigantesco horno de pizza es ahora el centro de atención en todos los sentidos. "La pizza, elaborada a la manera napolitana, se ha convertido en algo fundamental para nosotros. Además, dependiendo de la temporada, cocinamos también el tradicional smorgasbord sueco, hacemos barbacoas y, por supuesto, ofrecemos brunch los domingos".

Una mezcla rústica de productos nuevos y antiguos

Si diriges un negocio en Älmhult, lo más probable es que IKEA termine entrando en escena de una forma u otra. "Los/as colaboradores/as de IKEA son clientes fieles desde hace mucho tiempo, así que acudir a ellos en busca de consejo surgió de forma natural. Al remodelar Barkhult para acercarla a un nuevo público, lo que buscábamos era actualizarla sin perder la esencia de nuestro viejo granero de madera. Intercambiamos muchísimas ideas con los diseñadores de interiores y al final hemos conseguido combinar lo mejor de los dos mundos".