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Convierte tu baño en un santuario de la desconexión

La ducha puede ser uno de los momentos más relajantes del día. Sin embargo, es habitual que pasemos por el baño con prisas y no lo disfrutemos al máximo. Si es tu caso y te gustaría cambiarlo, ¡toma nota! Con estas ideas para convertir tu baño en un spa lo conseguirás. 

Regalarse unos minutos de calma y autocuidado cada día es muy importante para nuestro bienestar. Y eso es, precisamente, lo que quería Amanda, la dueña de la casa de campo que vamos a enseñarte. Se dio cuenta de que no daba importancia a la hora del baño y pasaba por esta estancia de la casa sin disfrutar de ella, así que decidió cambiar su aspecto. Inspirada en la relajación que produce ir a un spa, lo ha decorado con este ambiente para experimentar esa agradable sensación mucho más a menudo.  ¡Vamos a ver cómo lo ha conseguido! 

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He convertido mi baño en un lugar para relajarme, más que una habitación en la que andar con prisas.
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Amanda, Yorkshire del Oeste (Inglaterra)

Tonalidades claras para un ambiente relajante 

 

Como buscaba un espacio en el que estar tranquila, Amanda quiso que predominaran las tonalidades suaves en su baño: el blanco y la madera clara. El primero para las paredes y los sanitarios, la segunda para los muebles y los accesorios.   

Aparte de los colores base, para generar contraste y que el resultado no fuera simple o poco llamativo, optó por azulejos con un bonito estampado en blanco y negro para el suelo. Un conjunto de colores que combinan a la perfección y con los que ha logrado que la estancia transmita paz y serenidad.

Pero las tonalidades no son las únicas claves para que el baño invite a tomar una pausa, sino también el mobiliario en cuestión. La banqueta y la bandeja de madera de la bañera son el mejor ejemplo de ello, pues son piezas que aparte de tener un tono natural muy acogedor, por su función permiten que el momento del baño sea mucho más distendido. 

Para los detalles decorativos y pequeños accesorios, Amanda apostó por dorados, tonos cremas, grises y toques verdes. En concreto, vemos una superposición de láminas, marcos y conchas que ayudan a crear una especie de paisaje que puede contemplar mientras se relaja en la bañera. 

El tono verde aparece gracias a las plantas, que ayudan a aumentar la sensación de bienestar. También vemos tarros de vidrio con sales de baño, jabones y exfoliantes que nos recuerdan a los spas profesionales.  

Los tonos crema o el gris también aparecen en forma de accesorios útiles para el baño, como toallas o esponjas. Todos estos imprescindibles de baño están muy bien organizados en un perchero sobre el lavabo. Este orden es un punto fundamental para que en el baño se pueda respirar ese sosiego característico de los spas.

Una zona de baño que alimenta el tacto, la vista y el olfato 

 

En la zona de la bañera, Amanda ha cuidado todos los detalles para disfrutar la experiencia al máximo, no solo a través del tacto con el agua caliente y los geles, sino también a través de la vista y el olfato. Para ello, frente a la bañera, ha colocado tarros de vidrio con sales y aceites de diferentes colores, así como hermosas plantas para alegrarse la vista. Y para invadir el baño con un aroma fresco y calmante, ha atado un manojo de romero al grifo. 

Si no tienes bañera, ¡no hay problema! También adaptar estos elementos a la disposición de la ducha, para que esta sea mucho más placentera.  

Un espacio para cuidarse

 

¿Qué te ha parecido el baño de Amanda? Como ves, ella se ha asegurado de que en su pequeño hogar en Yorkshire del Oeste (Inglaterra) haya espacio para poder mimarse y relajarse.

«Es importantísimo cuidar de uno mismo y los pequeños rituales pueden darle un impulso a tu bienestar», explica. Y no solo lo ha logrado en esta estancia, sino en toda la casa.   

Desde aquí esperamos que puedas aplicar estos trucos en tu baño y consigas ese aire de spa relajante que tanto nos gusta. Además, por si buscas más ideas para el baño, aquí te dejamos tres artículos de decoración y organización que pueden interesarte.  

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