Cómo pasar de una habitación infantil a una juvenil aprovechando al máximo lo que ya tienes
Ya sabemos que te gustaría que los peques fuesen peques para siempre, pero es ley de vida: crecen. Y con su crecimiento cambian sus necesidades, sus gustos y su personalidad, por lo que su espacio personal tiene que adaptarse a la nueva situación.
¿Pero cómo hacerlo sin tener que deshacernos de lo que ya tenemos en casa? Pues muy sencillo, reutilizándolo o dándole una nueva vida. Te contamos cómo a través de la transformación del dormitorio de Ana, ¡es más fácil de lo que imaginas!


Adiós juguetes
Lo primero para cambiar el aspecto infantil de un dormitorio es deshacernos de los juguetes, los peluches, los muñecos y juegos que ya no usen. Puedes donarlos a alguna organización infantil sin ánimo de lucro o regalarlos a alguien conocido que los vaya a aprovechar. Vas a necesitar el espacio para almacenar la ropa, el material de estudio y sus nuevas aficiones.
Esto incluye la decoración de las paredes: las láminas de sus animales favoritos, las pegatinas o los vinilos de aquellos dibujos animados que tanto le gustaban, los cuentos o sus retratos de cuando era bebé.
Textiles, estampados y colores que marcan el cambio
También ha llegado la hora de decirle adiós a los estampados y colores infantiles de la ropa de cama y las cortinas. Ayúdale a coger ideas, inspírale con diferentes posibilidades para que se forme una imagen de cómo puede ser el resultado final y acompáñale a definir sus gustos, para asegurar que las cosas que elija sean funcionales y le acompañen durante toda esta nueva etapa.
¡La búsqueda de estos elementos puede ser un planazo en familia!
Un pequeño universo en la habitación
Debes tener presente que, aunque no te guste, tu adolescente pasará la mayor parte del día en su habitación, será su pequeño universo y como tal, tiene que albergar un espacio para cada cosa.
Un escritorio y una silla ergonómica son imprescindibles, porque cada año irán aumentando las exigencias académicas y necesita un lugar donde concentrarse y organizar sus tareas.
No debes olvidar que la vida social estará en pleno apogeo, los jóvenes necesitan socializar, así que siempre que haya suficiente espacio, una zona cómoda en la que pueda reunirse con sus amistades es otro de los imprescindibles de una habitación adolescente.
Música, luces ¡y acción!
No hay habitación adolescente que se precie, sin un buen set de luces: para estudiar, para jugar al ordenador, para crear ambiente… o simplemente porque les encanta el toque místico que aportan.
Unas luces LED de colores en su estantería le aportará diversión y frescura al dormitorio, además son muy fáciles de instalar.
En la zona de estudio, es indispensable una lámpara o un flexo que les permita estudiar cuando no haya luz natural. Y cerca de la cama, una luz tenue para que se relaje y pueda crear una rutina de sueño.
Un altavoz que puedan conectar al móvil para disfrutar de su música favorita es otro toque indispensable en el universo de cualquier adolescente.
Si tomas buena nota de estos pasos, te aseguramos que tendrás un adolescente feliz en casa y gastarás mucho menos de lo que pensabas. El cambio forma parte de tu vida, y desde IKEA queremos ponértelo fácil.