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Cómo ordenar la casa influye en nuestro bienestar emocional

El orden y el almacenaje nos hacen un poquito más felices, ¿lo sabías? Descubre todos los beneficios de ordenar la casa y cómo conseguirlo en pocos pasos.

 Una sala de estar con sofá blanco, lámpara negra, espacio de almacenamiento abierto y una canasta de mimbre.
 Una sala de estar con sofá blanco, lámpara negra, espacio de almacenamiento abierto y una canasta de mimbre.

Tener una casa ordenada influye muchísimo en nuestro bienestar, en nuestras sensaciones y emociones. Cuando todo a nuestro alrededor tiene su lugar, es más fácil que nuestra mente también lo tenga. Cuando ordenamos el armario también ordenamos todo lo que tenemos en la cabeza, poniéndole claridad a lo que antes era caos. Por eso queremos que veas cómo ordenar tu casa puede ayudarte muchísimo a alcanzar la paz mental que tanto estamos necesitando. Comienza con pequeños cambios, ¡todos suman! 

La paz en el dormitorio: fundamental para empezar el día con buen pie

Varios estudios de neurología demuestran que el entorno ambiental de nuestros dormitorios influye directamente en la calidad del sueño. Entonces, ¿el desorden puede afectarnos a la hora de dormir? Efectivamente.  

¿Acaso sientes lo mismo cuando te levantas una mañana y ves el dormitorio con todo en su sitio, despejado, con la luz entrando por la ventana y los pajarillos cantando; que cuando abres los ojos y ves una montaña de ropa en una silla, los cojines tirados por los suelos o la mesilla de noche llenísima de cosas? 
 
La habitación debe estar ordenada y limpia. El desorden produce estrés, lo que dificulta el sueño y por tanto, nos afecta a nivel físico y emocional. Enfrentarte de cara con lo que denominamos “desorden diario”, es decir, ese que generamos cada día, te ayudará a dormir mejor y levantarte con la mente más en calma. Así que ya sabes, procura mantener el orden lo mejor posible tanto antes de irte a dormir, como antes de salir de casa. Lo agradecerás.


Trucos para un dormitorio más ordenado y acogedor: 

  • Una cesta o baúl a los pies de la cama en la que colocar todos los cojines decorativos cuando nos metemos en la cama. 
  • Pequeñas cestitas u organizadores de cajones que nos permitan tener la mesita de noche ordenada tanto por fuera como por dentro. 
  • Un perchero de puerta o un burro de ropa en el que colocar de forma ordenada (y estirada) la ropa que nos queremos volver a poner o la que tenemos preparada para el día siguiente. ¡Di adiós a la silla-armario! 
  • Colchas y cubrecamas, 100% algodón transpirable 
  • Decoración y almacenaje en madera y fibras naturales que aporte calidez y sensación de bienestar. 
Cajas de almacenamiento de bambú en un mueble de madera, un espejo y ganchos de bambú en una pared blanca.

Orden con calidez que nos permita mejores sensaciones

Poner orden nos transmite una gran sensación de paz. Sabemos que muchas veces dentro de la vorágine de la rutina es complicado. Pero sacar un hueco para hacerlo al menos una o dos veces a la semana (¡y no digamos una al día!) es fundamental para reestructurar también nuestra mente. 

Las mejores sensaciones vendrán cuando combines a su vez calidez y orden. ¿Cómo? Con cajas y cestos de bambú, de madera, con ganchos para clasificar en la pared con estos mismos materiales, con un armario ordenado donde puedas elegir outfit con un rápido vistazo. 

Con estos sencillos toques y otros tantos, tus rutinas matinales serán mucho más ligeras y confortables, encontrando todas tus cosas rápidamente gracias a toda esta estructura de orden. Por supuesto, un espejo es ideal para echarte un último vistazo antes de afrontar el día. ¡Ánimo! 

La cocina debe mantener su orden: busca los mejores aliados

Debemos puntualizar una cosa: el orden no es el mismo para todo el mundo. No tener las cosas clasificadas por tamaños o colores no quiere decir ser desordenado. Tener objetos llenando las superficies no implica caos. Por supuesto, el minimalismo siempre ayuda a conseguir esa sensación de limpieza y meticulosidad, pero no tiene por qué ser el único tipo de orden. Se trata de tener las cosas organizadas, limpias y guardando cierta armonía.

Y por eso sabemos que la cocina es una de las zonas de la casa en las que más cuesta que esto se lleve a cabo. Una buena solución para las frutas, por ejemplo, es colgarlas en bolsas de red en las que pueden mantenerse frescas por más tiempo al permitir que el aire circule alrededor. ¡Además reducirás el uso de las bolsas de plástico!

Unas cuantas tablas de cortar y platos o fuentes colocados estratégicamente cerca del lugar en el que preparas las comidas, te ayudará a la hora de hacerlo y es ideal para darle un toque decorativo a tu cocina. Y es que tener las cosas a mano cuando las necesitas es uno de los mejores “alivios” para la mente. 

 Encimera de una encimera de madera con una fuente en forma de hoja, tablas de cortar de madera y vajilla en un estante.

Entra e un spa cada vez que entres en tu baño

El baño es un espacio de la casa que, al igual que el dormitorio, refleja reparación, reinicio, desconexión. Nuestra mente cambia de estado y busca esa paz, ese bienestar emocional. 

Está demostrado que el agua nos relaja y nos hace sentir un poquito más felices. ¡Por eso es tan importante que cuides cómo te hace sentir tu baño! 

Y esto es tan sencillo como pensar en sus pequeños detalles, que lo cambiarán todo. Si tus toallas ya han pasado su mejor momento, ¿por qué no las cambias y te regalas unas nuevas, más suaves y bonitas? Después, despeja tus estanterías, cajones y demás superficies. Tira todo lo innecesario e introduce elementos como velas aromáticas, cremas, jabones… Todo enfocado a cuidarte a ti y solo a ti.

Lo mismo sucede con los pequeños complementos y accesorios de baño: al igual que en el resto de la casa, los materiales naturales nos ayudarán a crear armonía visual y una sensación relajante que nos invite a desconectar.

 Toallas grises y accesorios de baño dispuestos sobre una superficie gris.