Cómo elegir un sillón de lactancia adecuado para ti y tu bebé
A la hora de montar la habitación de tu futuro retoño, siempre tienes claro que te hacen falta una cunita, una cómoda o un cambiador, pero en la mayoría de los casos hay muchas dudas respecto a si hacerse o no con un sillón o una mecedora de lactancia. Y venimos a contarte por qué si vas a ser madre o padre próximamente necesitas uno y cómo elegirlo. ¡Vamos!

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Comodidad
Además de la incomodidad, los dolores y el cansancio que se puedan experimentar después de un parto, pasarás muchas horas durmiendo y alimentando a tu bebé los próximos meses, y lo ideal es que estas horas pasen de la forma más cómoda posible.
Hay que elegir un sillón de lactancia cómodo para ti y para tu bebé. En este caso, que tenga reposabrazos es lo principal, para sujetar el peso de tus brazos y al propio bebé si necesitas descansarlos. Si además son reposabrazos bajos, puedes incluir un cojín de lactancia LEN que servirá de soporte extra.

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Ergonomía
El sillón de lactancia debe tener una base mullida y un diseño ergonómico y adaptable a la postura de la persona que vaya a utilizarlo, así como ser lo bastante resistente como para que puedas levantarte o sentarte con un peso extra que puede ser de 3 a 10 kilos más, sin usar los brazos y sin molestar al bebé. Sabemos que suena a misión imposible, por eso es tan importante.
Si además puedes incluir un reposapiés, el descanso será mayor ya que se disminuye la presión en la espalda y las lumbares.
Balanceo
Si tu opción preferida es una mecedora o un balancín de lactancia, debes asegurarte de que el movimiento sea leve y seguro, para evitar que pueda hacer daño, pellizcar o despertar al bebé.
El balanceo favorece el sueño y la relajación y puede convertir el momento de alimentar al bebé en algo muy placentero.
Asegúrate también de que el sillón de lactancia cubre un poco más de la altura de tu cabeza, para que puedas reposarla y dormir un poco sin problemas de sujeción.

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Durabilidad
A pesar de que le darás muchísimo uso durante los primeros meses de vida de tu bebé, ese periodo pasará antes de lo que imaginas, y lo ideal es que el sillón de lactancia que compres sea lo suficientemente versátil para acompañarte durante muchos años, ya sea en la propia habitación de tu peque o en otra estancia.
Párate a pensar bien los colores y los materiales antes de elegir tu sillón de lactancia, de forma que sean duraderos y no te canses del sillón en pocos meses.
¡Y no te olvides de otro imprescindible! Que sea de fácil limpiado para mantenerlo impecable todos los años que te acompañe.
Sillón de lactancia: comodidad para ti y tu bebé
Un sillón de lactancia es un imprescindible para cualquier mamá o papá que busca una zona cómoda y ergonómica para alimentar al bebé. Estos sillones tienen todo lo que necesitas, respaldos acolchados, reposabrazos, y en algunos de nuestros modelos, con posibilidad de balanceo para que tanto tú como tu bebé quedéis relajados.
¿Cómo elegir el sillón de lactancia?
Lo más importante que tienes que tener en cuenta es considerar el espacio que tienes disponible, para elegir el modelo que mejor se adapte al espacio, tus gustos y necesidades. En IKEA tienes una variedad de sillones de lactancia, de diferentes materiales y estilos. ¡Elige el tuyo!
Con el sillón de lactancia conseguirás una buena postura gracias a su ergonomía, así evitarás malas posturas y dolores de espalda durante la lactancia. El bebé se relajará antes de dormir, gracias al balanceo de alguno de nuestros sillones. Y además, cuando el bebé crezca, seguirá siendo un sillón ideal para leer, descansar o ver la televisión.
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