Saltar al contenido principal
Saltar a la lista de productos

Manta blanca

Una manta blanca es un complemento versátil para cualquier habitación o estilo de decoración. El color blanco es fácil de combinar con el interior existente, ya que combina con muchos colores. En el surtido IKEA encontrarás una variedad de mantas y mantas blancas que son perfectas para tu sofá o sillón o para cubrir tu cama. También puedes elegir entre varios materiales blandos.

Categorías relacionadas

El efecto que puede crear una manta blanca en tu hogar

El blanco es un color neutro y contribuye a crear un ambiente limpio y relajante. Ayuda a iluminar la habitación con su capacidad para reflejar la luz y crear una sensación de apertura. Por ejemplo, piensa en una manta blanca grande para la cama, sobre todo si tienes un dormitorio más pequeño y quieres que parezca más abierto.

¿No hay límites a la hora de decorar con una manta blanca?

El color blanco es fácil de incluir en el interior sin importar el estilo. Combina bien con cualquier hogar minimalista y contemporáneo o con una habitación de estilo bohemio. La manta blanca también puede ayudar a equilibrar la combinación de colores si deseas crear un aspecto más coherente.

Una opción decorativa es combinar una manta blanca con un par de cojines o almohadas decorativo . Elige cojines blancos u otros tonos neutros para conseguir un aspecto monocromático o mezcla diferentes colores para crear un contraste y una sensación divertida.

También puedes combinar una manta blanca con otros textiles de la habitación, como una alfombra o cortinas. Al combinar diferentes tejidos y texturas, puedes crear un espacio coherente, especialmente cuando la paleta de colores se compone de tonos similares.

Si echas un vistazo a esta selección, encontrarás mantas en diferentes tonos de blanco. Mientras que algunos vienen en tonos frescos y nítidos, otros son de tonos cálidos y blanquecinos. Los blancos fríos tienen una base azul o verde, mientras que los blancos cálidos tienen matices rojos o amarillos. Los tonos cálidos suelen combinar bien con otros tonos cálidos, y lo mismo ocurre con los fríos.