Saltar

¿Qué pasa en el cuerpo durante el sueño?

Para saber cómo dormir mejor, primero debemos conocer y comprender qué sucede en nuestro cuerpo durante esas horas. Hace unos años se creía que el sueño era un proceso pasivo en el que no ocurría prácticamente nada, simplemente descansábamos. Sin embargo, con el paso del tiempo y gracias a todos los avances científicos, se ha demostrado que, en realidad, durante este fenómeno nuestro cuerpo está pasando por un gran número de modificaciones y no para de trabajar. 

De esta forma, mientras duermes y, aparentemente, “no haces nada", tu cuerpo está reiniciando gran parte de sus sistemas y llevando a cabo todo tipo de labores de mantenimiento. De hecho, la actividad de nuestro cerebro durante el sueño puede llegar a ser tan activa como cuando estamos despiertos. ¡Es impresionante! 

Sigue leyendo y descubre todos los secretos que hay detrás del sueño.

¿Por qué es necesario dormir bien?

En numerosas ocasiones se habla de las técnicas para dormir y conciliar el sueño de una forma rápida o sencilla, pero pocas veces nos detenemos en el matiz de aprender a hacerlo correctamente. Y es que dormir no es lo mismo que dormir bien. ¿Sabes qué ocurre si no tenemos un sueño de calidad?

El sueño es esencial, no solo para lograr un bienestar físico, sino que también juega una parte importantísima en nuestra salud mental y emocional. Físicamente, el cuerpo pasa por un proceso de restauración que tiene efectos directos sobre los sistemas digestivo, inmunológico y cardiovascular. Es, para que nos entendamos, como una especie de reinicio.

¿Sabes otra curiosidad? Se ha demostrado que la falta de sueño aumenta el nivel de la "hormona del hambre", lo que nos hace comer más de lo que deberíamos, aumentando así el riesgo de sufrir todo tipo de enfermedades.

Así que sí, está demostrado (y cada vez más) que la falta de sueño puede aumentar el riesgo de contraer enfermedades u otros problemas de salud como el cáncer, la diabetes o el alzhéimer y reducir así nuestra esperanza de vida.

Beneficios de descansar correctamente

Como te hemos avanzado, dormir la cantidad adecuada de horas también es crucial para las funciones emocionales y cognitivas. Y es que dormir bien afecta directamente a algo tan básico como nuestro estado de ánimo. Y eso no es todo, ya que puede ir más allá. Por ejemplo, hay estudios que muestran una clara conexión entre la falta de sueño y la depresión. 

No dormir lo suficiente, de hecho, también puede reducir nuestra empatía. Se cree que esto es el resultado de una actividad excesiva en determinadas partes del cerebro, y es que este necesita “desconectar” durante varias horas para sincronizarse, algo que solo consigue durante el sueño. 

El tiempo que dormimos permite al cerebro ponerse al día y prepararse para el día siguiente. Los beneficios de dormir bien también repercuten sobre nuestra capacidad para concentrarnos, recordar, resolver problemas y motivarnos. 

Según los estudios de la Sociedad Española del Sueño, se estima que más de la mitad de los españoles no duerme bien. Además, al menos un 10% de la población sufre algún trastorno de sueño crónico y grave, lo que equivale a más de 4 millones de personas en España.

Como ves, dormir bien no solo es una agradable recompensa, sino que también se convierte en una condición necesaria para llevar una vida equilibrada y feliz.


¿Cuántas horas hay que dormir?

Es la eterna pregunta, pero lo cierto es que la cantidad perfecta de horas de sueño es variable. A medida que envejecemos, la cantidad de sueño que necesitamos disminuye. En nuestros primeros años de vida necesitamos hasta 17 horas de sueño al día. Más adelante, entre los 18 y los 64 años, nuestro cuerpo tiene más que suficiente con dormir entre 7 y 9 horas al día. 

Por lo general, nuestra necesidad de dormir al día se representa así:

  • Recién nacidos, 0-3 meses: 14-17 horas
  • Bebés, 4-11 meses: 12-15 horas
  • Niños pequeños, 1-2 años: 11-14 horas
  • Niños en edad preescolar, 3-5 años: 9-11 horas
  • Niños en edad escolar, 6-13 años: 9-11 horas
  • Adolescentes, 14-17 años: 8-10 horas
  • Adultos, 18-64 años: 7-9 horas
  • Personas mayores de 65 años: 7-8 horas

Las fases o etapas del sueño

El sueño es un proceso cíclico y eso significa que va cambiando y transformándose a medida que pasan las horas. De hecho, consta de cuatro fases (de unos 90 minutos cada una aproximadamente) que culminan con lo que popularmente conocemos como fase REM. ¡Te explicamos en cuáles son las fases del sueño y qué ocurre en cada una de ellas!

  • Fase I: comienza con un sueño ligero, que es la fase entre estar despierto y quedarse dormido. A medida que esto sucede, la frecuencia cardíaca y la respiración se ralentizan y los músculos se relajan.
  • Fase II: en la siguiente fase, el cuerpo se prepara para el sueño profundo. En ese momento, la frecuencia cardíaca y la respiración se ralentizan aún más, y la actividad cerebral también es más lenta.
  • Fase III: la tercera fase se llama sueño profundo. Durante esta fase tu cuerpo está completamente relajado y tu cerebro funciona al ralentí. Se están llevando a cabo los procesos de reparación y restauración de tu cuerpo.
  • Fase IV: la última fase es la fase REM, que es cuando soñamos. Los ojos se mueven rápidamente de un lado a otro y los músculos se paralizan. 

Tras la cuarta fase, todo vuelve a empezar. Tu cuerpo hace una breve pausa, que es cuando realmente te despiertas, y luego reinicia el ciclo del sueño comenzando con la primera fase.

Este ciclo completo del sueño se repite de 4 a 5 veces cada noche. Así que no te preocupes si te despiertas en mitad de la noche, es completamente natural. De hecho, se calcula que cada hora las personas nos despertamos unas diez veces, pero como este momento dura poco menos de 30 segundos, no llegamos a recordarlo. 

El problema viene cuando nuestro sueño se interrumpe y nos despertamos en mitad de un ciclo. Eso provoca que estemos cansados, irritados y no muy contentos, a decir verdad. 

En cambio, si alcanzamos las horas de sueño que necesitamos, nos despertaremos sintiéndonos renovados y bien descansados