Sillas de comedor y cocina
¿Buscas crear un ambiente más personalizado en tu casa? Puedes empezar aquí eligiendo las sillas de comedor que se adapten a tu estilo y a la decoración de tu salón. En IKEA tenemos de todo tipo, desde modelos clásicos de madera hasta forradas con textiles y de respaldo alto. Combínalo con tu estructura inferior favorita y... ¡Disfruta de tu silla!
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Sillas de cocina entre las que es difícil escoger
Ya sea para tomar el café de la mañana, organizar una cena de cumpleaños o ayudar con los deberes entre horas, las sillas de cocina ayudan a unir la habitación (y a todos los que la ocupan). Hay tantos estilos entre los que elegir que encontrar el que mejor se adapte a tu vida (y a tu mesa) puede parecer una decisión difícil. Pero no tiene por qué serlo. Nuestro surtido, que abarca desde sillas apilables para ahorrar espacio hasta opciones de asiento mullido de las que nunca querrás levantarte, está pensado para adaptarse a tu forma de vivir, comer y socializar.
¿Qué diferencia hay entre las sillas de cocina y las de comedor?
La verdad es que no hay una gran diferencia: lo más importante es cómo y dónde las uses. Las sillas de cocina suelen ser más ligeras e informales, y a menudo se diseñan pensando en ofrecer flexibilidad para el día a día. Son fáciles de mover y de limpiar, y siempre están listas para un desayuno rápido o para ponerse al día tomando el té. Las sillas de comedor tienden a ser un poco más formales: asientos acolchados, respaldos altos o diseños más atrevidos, pensados para comidas especiales y largas sobremesas. En realidad, la mayoría de las sillas pueden cumplir ambas funciones a la perfección. Así que, tanto si quieres amueblar un espacio diáfano como un rincón acogedor, no te costará nada encontrar opciones versátiles.
¿Merecen la pena las sillas de comedor con reposabrazos?
Si la comodidad es una de tus prioridades, sí. Las sillas de comedor con reposabrazos ofrecen un apoyo adicional y una sensación más distendida, ideal para prolongar la sobremesa o recostarse con una segunda taza de café. También sirven como sillas auxiliares para aportar versatilidad a cualquier rincón del pasillo, de un estudio o del dormitorio cuando necesitas un asiento extra. Solo tienes que comprobar la altura de la mesa antes de decidirte para asegurarte de que los reposabrazos quepan de manera holgada, sobre todo si se trata de un espacio estrecho.
¿Cómo puedo limpiar las sillas de cocina sin complicarme?
Todo depende del material. Las sillas de madera se pueden limpiar fácilmente con un paño húmedo, mientras que las de metal requieren menos mantenimiento, lo que las hace perfectas para las cocinas más ajetreadas. En el caso de los asientos tapizados, un protector de tela puede ser de gran ayuda, sobre todo si hay manitas (o patitas) curiosas en la casa. Y si aun así no consigues evitar las manchas, muchas opciones de tela vienen con fundas extraíbles y lavables, una gran ventaja a la hora de mantener las sillas de cocina como nuevas sin demasiado esfuerzo.
Con estilos para todos los gustos, tamaños para cualquier espacio y toques inteligentes para hacerte la vida más fácil, nuestras sillas te ayudarán a sentarte bien, a comer mejor y a pasar más momentos agradables en torno a la mesa.