Mantas blancas
Una manta blanca es un complemento versátil para cualquier habitación o estilo de decoración. El color blanco es fácil de combinar con tu interior, ya que queda bien con un montón de colores. En la gama de IKEA, encontrarás una gran variedad de mantas que son perfectas para tu sofá o sillón, o para usarlas en tu cama. También puedes elegir entre varios materiales suaves.
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El efecto que una manta blanca puede crear en tu casa
El blanco es un color neutro, y contribuye a crear una atmósfera limpia y tranquilizadora. Ayuda a iluminar la habitación gracias a su capacidad para reflejar la luz y crear una sensación de amplitud. Por ejemplo, considera una gran manta blanca para la cama, sobre todo si tienes un dormitorio pequeño que quieres que parezca más abierto.
No hay límites al decorar con una manta blanca
El color blanco es fácil de incluir en el interior sin importar el estilo. Funciona bien con cualquier cosa, desde un hogar minimalista y contemporáneo hasta una habitación de estilo bohemio. La manta blanca también puede ayudar a equilibrar la combinación de colores si deseas crear un aspecto más cohesionado.
Una opción de decoración es combinar una manta blanca con un par de cojines o almohadas. Elige cojines en blanco u otros tonos neutros para un aspecto monocromático o mezcla distintos colores para crear un contraste y una sensación de juego.
También puedes combinar una manta blanca con otros textiles de la habitación, como una alfombra o cortinas. Coordinando distintos tejidos y texturas, puedes crear un espacio cohesionado, sobre todo cuando la paleta de colores está compuesta por tonos similares.
Aquí, encontrarás mantas de diferentes tonos de blanco. Algunas de blancos fríos que tienen una base azul o verde, y otros blancos cálidos con matices rojos o amarillos. Los tonos cálidos suelen combinar bien con otros tonos cálidos, y lo mismo ocurre con los fríos.