Cero residuos para un mejor futuro
El mundo se mueve rápido y nosotros también. Cambiamos el lugar al que llamamos hogar con más frecuencia que antes, compramos cosas nuevas y nos deshacemos de otras a un ritmo más rápido que antes. Un sofá de repente nos queda pequeño o nos cansamos de su estilo. Dejamos las luces encendidas, incluso cuando no estamos en casa.
Todos los días llenamos nuestros botes de basura con cosas grandes y pequeñas. Estamos usando, y desperdiciando, más energía y recursos que nunca, y esta no es una buena noticia para el planeta.
Pero, ¿y si todos pudiéramos unirnos para cambiar las cosas? En IKEA trabajamos duro para hacer nuestra parte y queremos ayudarte a hacer la tuya. Vemos el desperdicio como valor. Está integrado en el ADN de IKEA utilizar los recursos con cuidado, crear más con menos y optimizar nuestras operaciones logísticas. Porque sabemos que cuando produzcamos menos desechos, podremos dejar un planeta más limpio y saludable a las generaciones venideras.
Repensar nuestra forma de trabajar
Pensamos mucho en nuestra forma de trabajar, desde cómo elegimos los materiales, hasta cómo diseñamos, producimos, transportamos, vendemos e incluso qué sucede con nuestros productos al final de su ciclo de vida.
Siempre buscamos nuevas formas de utilizar recursos renovados y reciclados como materiales, rediseñamos la producción de un producto existente para hacerlo más sostenible y también intentamos fabricar productos que se puedan reutilizar, reparar, reensamblar y ser reciclados por nuestros clientes. Además de esto, siempre intentamos ahorrar la mayor cantidad de energía posible en nuestras operaciones.
Creando a partir de lo que ya tenemos
¿Alguna vez haz intentado construir algo nuevo con cosas que encuentras en tu casa? Eso es lo que intentamos hacer cuando desarrollamos un nuevo producto. Buscar formas en las que podamos ser sostenibles mediante el uso de sobras de otras producciones o materiales reciclados es un tema candente en nuestro proceso de diseño. El resultado es que puedes comprar productos elaborados al 100% con materiales excedentes o reciclados.
¿Sabías que...?
Nuestro objetivo es comprar todos nuestros materiales principales de fuentes más sostenibles para 2020. Con el algodón lo logramos en 2015.
Reinventar, reorganizar, reensamblar
Hay muchas formas en las que podemos trabajar juntos para reducir el desperdicio. Una forma es diseñar productos que se puedan reinventar cuando lo desees. Como muchos de nuestros sofás, KLIPPAN tiene fundas adicionales, de modo que, cuando te aburras de un patrón, o cuando tu sofá tenga una gran mancha que simplemente no se quite, no sea necesario comprar un sofá nuevo, simplemente cambia la funda. De esta manera, produces menos residuos voluminosos y obtienes un look completamente nuevo.
Algunos sofás, como FINNALA, ofrecen incluso más que eso: no solo puedes cambiar la cubierta, sino también reorganizar los módulos para crear un nuevo diseño.
Lo mismo ocurre con muchos de nuestros clósets y sistemas de unidades de pared. Puedes comprar una combinación y agregar o quitar elementos para crear una nueva.
Ahorro de energía para un mejor futuro
Cuando hablamos de desperdicio, no solo nos referimos a recursos, también nos referimos a energía. El Grupo IKEA quiere ser lo más positivo posible para las personas y el planeta, por lo que en 2020 vamos a ser 100% renovables, produciendo tanta energía renovable como consumimos utilizando fuentes renovables, como el viento y el sol. También estamos haciendo que nuestros edificios sean más eficientes, por lo que necesitamos menos energía para operarlos.
Pero no nos detenemos ahí. Hoy en día, más del 50% de nuestros productos se entregan directamente de los proveedores a nuestras tiendas, lo que significa precios más baratos y menos vehículos involucrados. Además, el embalaje de nuestros productos está diseñado para ser lo más compacto posible y para llenar nuestros palets de la forma más eficiente. Tenemos muchos productos que vienen en paquetes planos: son fáciles de transportar, no solo para nuestros clientes sino también durante nuestras operaciones logísticas. Se beneficia de precios más bajos y, en algunos casos, de un menor peso y de un montaje más sencillo. El planeta se beneficia al generar menores emisiones de CO2.
