Manta de lana suave
Mímate con una manta de lana suave. La lana es un tejido pesado y cálido que contribuye a crear una sensación acogedora en tu hogar. Pon una de estas mantas de lana en tu cama o sofá para abrigarte cuando tengas frío. Echa un vistazo al surtido IKEA y elige entre diferentes estampados elegantes.
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¿Qué tiene de especial una manta de lana?
La lana es un tejido 100% renovable y natural. También es uno de los materiales más eficaces si necesitas mantenerte caliente.
La fibra de lana rizada puede atrapar una gran cantidad de aire, lo que proporciona un buen aislamiento. Esto contribuye a que te sientas abrigado cuando te acurrucas en una manta de lana. La estructura abierta de la lana también permite que la humedad se evapore. Esto te ayuda a regular una temperatura corporal agradable, mientras que la manta sigue sintiéndose seca en contacto con la piel.
Cómo incorporar una manta de lana a tu hogar
Cuando decores tu hogar con una manta de lana nueva, ten en cuenta dónde más la necesitas.
Por ejemplo, dóblalo bien y colócalo a los pies de la cama. Así tendrás una capa extra de calor en las noches más frías, y podrás cubrirte fácilmente con ella para echarte una siesta.
El salón es otro lugar habitual para las mantas de cualquier tipo. La textura más gruesa de la lana, en particular, aporta un toque estético y resulta más acogedor para las noches de cine en el sofá. Coloca una manta de lana sobre un sofá o sillón, o guárdala en una elegante cesta grande junto con otras mantas.
Cómo cuidar las mantas de lana
Las mantas de lana son de un material delicado en comparación con, por ejemplo, las mantas de algodón. Esto significa que debes tener más cuidado al lavarlos y limpiarlos.
Lee las instrucciones de cuidado antes de lavar la manta de lana. Siempre puedes enviarlo a un servicio de tintorería profesional, aunque algunos artículos del surtido IKEA también se pueden lavar a mano.
Sin embargo, la superficie de la fibra de la lana es repelente al agua, lo que inhibe el crecimiento de bacterias y, por lo tanto, los malos olores. Por lo tanto, no es necesario lavar la lana con frecuencia. Por ejemplo, puedes colgar la manta de lana en el exterior para airearla de vez en cuando y mantenerla fresca.