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Una cocina compartida donde todos se sienten como en casa

Con un poco de creatividad, tu cocina compartida puede servir para todo, equilibrando funcionalidad y diversión. De día, es el rincón perfecto para cocinar y hacer las tareas de la casa. De noche, se transforma en un acogedor espacio social donde preparar la comida y comer en compañía.

Video: Un vídeo en el que se ve un espacio de salón y cocina muy ordenado que de pronto se transforma en una animada zona de comedor con varias personas.

El lugar perfecto para poneros al día

Donde caben dos, caben tres... ¡y hasta cuatro! Añade taburetes apilables para ahorrar espacio cuando no los uses, o rompe con lo convencional: coloca un sofá junto a la mesa de comedor y gana ese asiento extra perfecto para cualquier reunión improvisada.

Una persona de pie junto a tres taburetes IBBARBO en gris oscuro apilados; esta persona sostiene un cuarto taburete encima de los otros tres.
Cuatro personas en una mesa, cada una sujetando una copa IKEA 365+ con bebida y acercándola para brindar.

¿Y si no tengo presupuesto?

Antes de comprar nada, revisa lo que ya tienes. Con un poco de creatividad, tú y tus compañeros podéis darle un nuevo uso a cosas que ya están ahí. Es como seguir tu propia receta para transformar la cocina: aprovecha lo que tienes para crear un espacio práctico, acogedor y 100% a vuestra medida, sin gastar de más.

Una persona cómodamente sentada en un sofá cama de 2 plazas LINDÅKRA en naranja intenso con las piernas levantadas y un portátil en el regazo.
Cuatro personas haciendo la comida en una cocina alegre. Una persona se inclina sobre una mesa VIHALS blanca para dejar algo de comida encima.

Más conexión, menos perfección

Al vivir con alguien, cada uno llevará algo a la mesa (¡literalmente!). Por ejemplo, podéis juntar las mesas de todos para crear un espacio de trabajo común para estudiar, jugar o comer juntos. Tu cocina compartida puede convertirse en un espacio donde todos se reúnan para socializar mientras cada uno hace sus cosas.

Video: Un vídeo en el que se muestra a varias personas sentadas en una combinación de mesas haciendo distintas cosas: leyendo, trabajando, comiendo y hablando.

¿Quién dijo que la pared solo servía para colgar cuadros?

Si compartes cocina y el espacio se te queda corto, no te preocupes. Con un poco de creatividad, puedes aprovechar cada rincón. Los rieles y ganchos KUNGSFORS convierten la pared en tu mejor aliado para colgar utensilios, tu guitarra e incluso tu colección de vinilos. Y con el carrito NISSAFORS, tendrás todo a mano y organizado: cada uno con su carrito, pero todos a una para mantener el orden del piso.

Una pared de azulejos en marrón rojizo con varios utensilios de cocina, fruta, instrumentos y otros artículos colgados de rieles KUNGSFORS.

Una solución de almacenaje LÅDMAKARE con puertas correderas junto a una pared de color marrón rojizo; en las baldas hay distintos artículos.
Una persona colocando la aguja en un disco en un tocadiscos antiguo colocado en la balda superior de un carrito NISSAFORS blanco.

Las mejores fiestas siempre se acaban en la cocina, ¿no?

Vale, limpiar después de una fiesta no es precisamente lo más divertido, pero también forma parte de la experiencia. Hay algo especial en esas noches que se alargan limpiando juntos. Seguro que os reís de lo que pasó y estrecháis lazos recordando los momentazos vividos. Al final, todo es parte de la magia de la noche.

Una persona sentada en la encimera de una cocina observa a otra persona que mira hacia la encimera con un paño RINNIG en el bolsillo de atrás.