Cómo elegir un edredón

Transforma tus noches de descanso con un edredón de materiales naturales. Estos edredones ofrecen confort y son muy beneficiosos para tu rutina de sueño. 

• Confort personalizado: los rellenos naturales, como el plumón, las plumas y la lana, se adaptan al cuerpo y ofrecen un confort a medida en función de tus movimientos y postura al dormir.
• Uso todo el año: gracias a su capacidad de adaptarse a la temperatura del cuerpo y a los cambios ambientales, son perfectos para usarse todo el año, desde inviernos fríos a veranos más calurosos.
• Control de la humedad: eliminan la humedad de forma natural para mantener la sequedad y comodidad toda la noche, una ventaja para esas personas que suelen sudar cuando duermen.
• Mantenimiento sencillo: estos edredones pueden lavarse en la lavadora, lo que facilita su limpieza y ayuda a conservar su calidad con el tiempo.

Un edredón con un tamaño adecuado no solo debe encajar con la cama en sí, sino con lo que es cómodo para ti. Tanto si duermes con compañía como si no, hay un tamaño de edredón para cada persona. ¿Has oído hablar de la costumbre escandinava de usar edredones individuales en camas compartidas? Podría ser la mejor solución en tu caso.

• Adapta el tamaño del edredón a la cama y al cuerpo: deberás tener en cuenta tanto el tamaño de tu cama como el de tu cuerpo. Un edredón más grande cubre más y resulta más cómodo, sobre todo si eres una persona alta o prefieres un espacio extra.
• Edredones individuales o compartidos: si compartes cama, deberás pensar si prefieres un edredón grande individual o el concepto escandinavo de dos edredones independientes. De esta forma, se pueden satisfacer diferentes preferencias de calidez y espacio.
• Influencia en los hábitos de sueño: el tamaño de tu edredón debe adaptarse a la forma en la que duermes. Si sueles moverte mucho, un tamaño más grande podría evitar las corrientes de aire. Para aquellos que no se mueven, un tamaño más pequeño podría ser ideal.