FRÖSÖN Funda cojín, exterior gris oscuro, 44x44 cm

Cuando llega la primavera y es hora de colocar los cojines en los muebles de exterior no siempre tienen el aspecto que recordabas. El color puede verse apagado y la tela puede parecer un poco desgastada después de haber resistido los fuertes rayos UV del sol, la lluvia, el viento, el polvo y la suciedad. Es un proceso completamente natural, pero eso no significa que tengamos que aceptarlo. En IKEA nos enfrentamos a estos retos cotidianos y buscamos nuevos materiales, métodos de fabricación alternativos y pruebas más eficientes. Cuando nos propusimos fabricar las fundas de cojín FRÖSÖN optamos por utilizar poliéster fabricado con botellas de PET recicladas y una técnica de teñido relativamente nueva, que resultó tener una calidad más fiable y una mayor durabilidad medioambiental que el teñido convencional.

Anton Löfstedt, que trabaja con textiles en IKEA, explica que esta técnica se utiliza para teñir fibras sintéticas como poliéster, acrílico y nailon. "Con esta técnica, añadimos el pigmento de color al material antes de fabricar la fibra. De esta forma, el pigmento pasa a formar parte de la fibra y destiñe menos que el teñido tradicional, donde el pigmento acaba en la superficie de la fibra acabada". Al teñir y fabricar la fibra al mismo tiempo y saltarse un paso en la producción, también es más respetuosa con el medio ambiente. El consumo de agua es aproximadamente un 80% inferior al del teñido tradicional, mientras que la cantidad de pigmento de color se puede reducir en un 20%. Estas son cifras importantes que muestran cómo una nueva técnica puede marcar una gran diferencia. "Hoy en día una proporción cada vez mayor del poliéster de nuestro surtido se tiñe de esta forma", afirma Anton.

Para probar la durabilidad del poliéster teñido, lo ponemos al sol. Durante siete meses, colocamos algunos cojines en la terraza de nuestra oficina de Sídney, donde el sol es fuerte y la humedad es alta. Al mismo tiempo, enviamos una serie de cojines a una familia de Arabia Saudí, donde resistieron tanto el sol como las tormentas de arena. Catarina Vannfält es ingeniera química y ha estudiado los resultados. "Como es lógico, se veían un poco sucias cuando las recuperamos, pero después de un lavado, las fundas estaban nuevas y su color era bastante bueno", afirma Catarina. Por lo tanto, con materiales reciclados y una técnica de teñido que consume menos agua y color, la FRÖSÖN va un paso más allá hacia la reducción del impacto medioambiental y el efecto positivo continúa en tu propio hogar. "Con una mejor técnica de teñido, que ralentiza el efecto de decoloración del sol en la tela, y una funda extraíble que puedes lavar, los cojines siguen teniendo un aspecto fantástico durante mucho tiempo", resume Catarina.