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Consejos de seguridad para cuando bañas y cambias a tu bebé

Como madre primeriza, pasas mucho tiempo bañando a tu bebé y cambiando pañales o ropa. De hecho, estas actividades son una parte importante del proceso de unión entre padres e hijos. Una supervisión cuidadosa es esencial para la seguridad de todos, incluso cuando tu recién nacido crece y tiene más movilidad.

Si vigilas a tu bebé, los accidentes son menos probables

Mientras bañas o cambias a tu bebé, es más probable que ocurran accidentes cuando te distraes, como cuando intentas hacer demasiadas cosas a la vez.Por supuesto, la vida cotidiana exige mucha de tu atención, especialmente cuando eres padre primerizo. Pero si siempre vigilas atentamente al bebé, podrás evitar los riesgos más graves: caídas, quemaduras, ahogamientos y, conforme tu bebé empiece a explorar, riesgos de envenenamiento.En su lugar, puedes disfrutar del baño y del cambio de ropa como momentos para vincularsemás y que dan una sensación de relajación y seguridad.

Los bebés pueden ahogarse enseguida en muy poca agua. Por eso, la supervisión constante es vital a la hora del baño.

Más tranquilidad al cambiar y bañar a tu bebé

Las rutinas diarias del cuidado del bebé pueden transcurrir sin problemas y cómodamente, si recuerdas algunas cosas sencillas.

Consejos de seguridad para cambiar a un bebé

• Guarda los suministros cerca para tener siempre una mano sobre el bebé mientras está sobre un cambiador - o, cámbialo en el suelo.
• Los bebés pueden retorcerse y caerse de un cambiador, así que nunca los dejes sin vigilancia.
• La cabeza de un bebé representa una parte relativamente grande del peso corporal total, lo que aumenta el riesgo de caídas.
• Los barandales de los cambiadores pueden ayudar, pero no impedirán una caída al cambiarle el pañal al bebé.

Consejos de seguridad para bañar a un bebé

• La supervisión constante es esencial: los bebés no pueden levantarse fácilmente si resbalan o se caen y pueden ahogarse en muy poca agua.
• Un tapete para bañera puede reducir el riesgo de resbalones.
• El agua de la tina debe estar a la temperatura corporal o más baja: los bebés tienen piel, sensible que se escalda con facilidad.
• Los medicamentos, cosméticos, productos de limpieza y otras sustancias tóxicas que estén en el baño deben estar fuera del alcance de los niños a medida que adquieren más movilidad.

El paladar de los niños no está muy desarrollado, y una sustancia tóxica que parece dulce puede ser muy peligrosa.

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