Ellas lo Bordan

La visión de IKEA, crear un mejor día a día para la mayoría de las personas, pasa por transformar positivamente la vida de todos y todas. “Queremos una sociedad más justa y sostenible, en todos los sentidos”. Elena Gasco, responsable del proyecto, nos cuenta cómo y por qué llega la colección ÅTERSTÄLLA a IKEA España.

20 mujeres de 15 nacionalidades distintas han cosido una a una las fundas de la colección ÅTERSTÄLLA. Gracias a quienes están detrás de estas fundas de cojín, podemos ofrecer a nuestros clientes un producto único y hecho a mano, y darles la oportunidad de aportar su granito de arena por conseguir una sociedad más inclusiva y justa.

"Mi hija está muy ilusionada por ver mis cojines en IKEA"

La hija de Giane tiene 8 años. Ella también acude cada día al taller de Ellas lo Bordan, donde la educadora de infancia se queda cuidándola y luego la acompaña al colegio. “Le hice una muñequita y ahora quiere que le regale una máquina de coser, pero ¡son muy caras!”, exclama Giane. Parece que tiene en ella otra pequeña aprendiz…

"A veces me paro a pensar…. Porque el tiempo va pasando y me intento visualizar en un futuro. La esperanza me mueve. No sé lo que pasará pero me encantaría seguir creciendo en el mundo textil”.

En su país natal, Brasil, Giane siempre trabajó en educación. Hasta que entró por la puerta del taller de Ellas lo Bordan no tenía ni idea de coser. De hecho, su madre siempre cosía y a ella le parecía un mundo. Ahora, se ha convertido en su futuro.

Giane - Costurera de Ellas lo Bordan

"Cuando empiezo a coser, me libero"

Son casi las 7 de la mañana. Lorena coge el autobús y después el tren. La guardería de su pequeña de un año y medio está cerquita del taller, así que la deja antes de ir al trabajo. Mi hija es lo que me hace sentirme feliz. Verla feliz y sentir que puedo sacarla adelante yo sola.”

Todas las chicas entran a las 8 de la mañana y a las 4 de la tarde se van a casa. Un horario que, además, consensuaron entre todas al comenzar este proyecto.

¡Quién le iba a decir que cuando se lo ofrecieron no lo tenía nada claro! De hecho, Lorena dijo que no. Tuvieron que convencerla. “¡Menos mal, porque la verdad es que amo esto! Cuando empecé a coser no me gustaba nada y ahora no lo cambiaría por nada del mundo”, nos cuenta.

Lorena - Costurera de Ellas lo Bordan

"Lo que más me gusta del taller es que me hace sentir segura a mí y a mi hijo"

Kathy pese a ser la última en llegar se sintió muy acogida y motivada.“¡Hay tantas cosas que me gustan del taller! En su momento no pude terminar los estudios porque fue una época en la que tuve muchos problemas… Me quedé sola con mi hijo y no tenía a dónde ir”, explica.

Pero esos problemas quedaron atrás. Cuando más disfruta Kathy es cuando están en plena producción. Ni siquiera se da cuenta de que el tiempo pasa. La concentración en el taller es algo palpable. La ilusión de este sitio puede tocarse con los dedos.

“Ahora estoy feliz con mi trabajo y siento que he tenido mucha suerte de haber entrado en este proyecto. Es lo mejor que me ha podido pasar”, comenta feliz.

Kathy - Costurera de Ellas lo Bordan

"Cada día es un nuevo reto: si ayer no te salió, lo intentarás mañana"

Dyna lo tiene claro: “Ellas lo Bordan llegó a mí”. Fue a través de la residencia de acogida en la que se encontraba. “Con mis compañeras soy feliz: hacemos bromas, nos divertimos, nos preocupamos las unas de las otras. Venir es algo bonito”, resume con un gran orgullo.

Dyna se siente tremendamente orgullosa de que sus cojines y los de sus compañeras vayan a venderse en IKEA. “Fui a IKEA por primera vez hace poco con una de nuestras jefas, ¡me encantó! Miraba todo con asombro… ¡Mira eso! ¡Y eso! ¡Cuántas cosas hacen!”, comenta divertida.

Sus hijos son todavía son pequeñitos, pero hace un tiempo que Dyna les llevó un cojín y no paraban de decir: “¡Lo ha hecho mamá, lo ha hecho mamá!”.

Dyna - Costurera de Ellas lo Bordan