Placas de cocina
¿Cocina de gas, vitrocerámica o inducción de bajo consumo? ¿Cuántos fuegos quieres? Nuestra familia de placas tiene opciones que se adaptan a tu espacio y estilo de cocinar. Explora nuestra gama y elige la opción que haga que el tiempo que pases en la cocina sea más fácil y divertido. Si no sabes cuál escoger aquí te explicamos todo lo que necesitas saber.
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Una placa de inducción es un 50% más eficiente energéticamente que una vitrocerámica o una placa radiante.
Ya seas un cocinero aficionado o un jefe de cocina, una placa de cocina es fundamental para dar rienda suelta a tu arte culinario. Sin ella, ¿cómo podrías preparar una cena sofisticada el sábado por la noche o hacer tortitas para el desayuno de tus hijos? Y lo mejor es que todas son fáciles de usar y te dan la oportunidad de satisfacer tus necesidades culinarias.
No importa tu nivel de experiencia en la cocina: tenemos la placa idónea para ti. ¿Sueñas con cocinar menús de tres platos que conquisten a tus invitados? ¿O quizás solo quieres tardar lo menos posible al preparar fideos instantáneos? Eso es lo de menos. Disponemos de un amplio surtido de placas de cocina para que encuentres exactamente lo que buscas.
Cocina a máxima temperatura con la placa perfecta
Hay varios tipos de placas de cocina entre los que elegir. Los tres tipos más importantes son las placas de inducción, de gas y vitrocerámicas. Para ayudarte a decidirte, te damos algunos consejos generales y profesionales.
Placas de inducción
Con una placa de inducción, el calor se transfiere a través de imanes directamente a la sartén o a la olla. Eso significa que la placa de cocina se mantiene fría al tacto. Gracias a esto, la comida que se derrama o los restos de grasa no se siguen cocinando en la placa, lo que contribuye a la seguridad y facilita la limpieza. Y, como no hay calor residual, también ofrecen una gran eficiencia energética. Podrás cocinar cada día sin preocuparte de que la factura eléctrica se dispare.
Solo debes tener en cuenta que las placas de inducción requieren ollas y sartenes concretas. Específicamente, deben estar hechas de un metal ferroso, como el acero inoxidable. Por lo tanto, los utensilios de cocina hechos de cobre o de aluminio no valen. Si tienes dudas sobre el material de un utensilio de cocina, pon un imán en la base de la sartén u olla. Si se pega, puedes utilizarlo.
Placas de gas
Las placas de gas se calientan al instante y no te quitan tu valioso tiempo cuando ya tienes mil cosas más que hacer. La intensidad de la llama es fácil de controlar, y garantiza una distribución uniforme del calor. No es de extrañar que los mejores chefs del mundo prefieran las placas de gas.
Una ventaja increíble de nuestras placas de gas es que todas tienen encendido eléctrico, por lo que no se necesitan cerillas. Además, gracias a los soportes de hierro fundido, tus ollas y sartenes se quedarán en su sitio incluso durante tus grandes aventuras culinarias. Puedes elegir entre un modelo de llama abierta o uno con placa de cristal que sea más fácil de limpiar.
Ten en cuenta que, si no tienes una línea de gas en tu hogar, tendrás que instalarla.
Placas vitrocerámicas
A diferencia de las placas de inducción, las vitrocerámicas utilizan electricidad para calentar la superficie de la placa. Se trata de un tipo de placa que ha demostrado ser una opción uniforme y fiable, además de resultarnos familiar a la mayoría de los cocineros aficionados. Permiten usar cualquier olla, sartén o utensilio de cocina fácilmente.
Sin embargo, por todo esto, las placas vitrocerámicas ofrecen una menor eficiencia energética que, por ejemplo, las placas de inducción. Esto también significa que, si se derrama algo de comida, se puede cocinar o quemar en la superficie, con las consiguientes manchas que hay que limpiar.
Además, la superficie plana se ha diseñado para facilitar la limpieza, aunque asegúrate de hacerlo cuando haya pasado un tiempo razonable. Por suerte, la placa se iluminará en rojo cuando esté demasiado caliente para tocarla, por lo que sabrás cuándo puedes limpiar el guiso o la sopa que se haya derramado sin querer.
¿Tienes espacio suficiente en la cocina?
Piensa en el tamaño de la cocina y de la encimera. ¿Dónde vas a poner la placa y cuánto espacio de trabajo necesitas? Si tienes una cocina pequeña, una placa de cocina con dos quemadores puede ser la mejor opción para ti. Podrás poner dos ollas o sartenes, lo que te vendrá muy bien a la hora de cocinar. No tendrás problemas para preparar comida suficiente para toda la familia.
Pero, si tu cocina es bastante grande, o si cuentas con una isla de cocina, ¿por qué no darte un capricho y optar por cuatro quemadores? Con tantos quemadores, puedes cocinar en varias ollas y sartenes al mismo tiempo. Así, si otra persona tiene que cocinar algo al mismo tiempo, habrá suficiente espacio para todos. También será más fácil cocinar platos deliciosos juntos.
En resumen: con cuatro quemadores te asegurarás de satisfacer todas tus necesidades. Debería ser suficiente tanto para recrear el gran banquete de los premios Nobel como para que los niños coman algo antes de irse a entrenar.
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